jueves, 10 de enero de 2008

OPUSCULO DEL LABERINTO



No ha sido fácil llegar a joven después de tantos años. Atardecí huyendo de los ladrones de mentes y me encontré desnudo y alborotado en brazos del destino a quien no le importaron mis remilgos.
Reconozco que mis heridas no sanaban bien y su hedor estaba atrayendo atenciones indeseadas y caníbales. Por ello me dejé seducir como una doncella núbil y me sentí fluir cuesta abajo, a bordo de una esperanza que naufragaba en cada rápido y volvía a flotar en los remansos. Molido por la paliza del viaje, harto de sol y henchido de esperanza ( tuve que devorarla para no morir de hambre ) arribé una tarde tibia al lugar donde el peligro huele a mujer y los hongos son tus únicos amigos. Frente al destino que me miraba complacido me despojé de ropa y de prejuicios ,quemé mis naves en un pequeño altar improvisado, me sumergí en sus aromas de pecado y fallecí de orgasmo cósmico .
Resucité brevemente para entender que el caos repta y la lluvia fluye. Que los poemas se congelan en flores y las ideas viajan a lomo de abeja. Cansado ya de tanto imaginar volví a morir, esta vez definitivamente.