jueves, 22 de septiembre de 2011

COMO LOS ANGELES



Si yo fuera una mujer me gustaría peinar mi generoso cabello con trenzas muy pequeñas, coronarme de flores y lucir preciosas diademas encantadas , como los ángeles.

Si yo fuera una mujer tendría una piel tierna de canela. Me vestiría con transparencias de colores suaves y andaría descalza con mis bellos piés acariciados por el viento y el rocío, como los ángeles.

Si yo fuera una mujer siempre olería a primavera y a secreto. Mis labios tendrían el sabor de las mieles prohibidas y mis ojos mirarían al mundo entre sorprendidos y alegres pero siempre brillantes de ternura, como los ángeles.

Si yo fuera una mujer estaría feliz de ser hermosa y de brindar con mi desnuda presencia consuelo a la angustia de los que ansiaran poseerme y sería cautivadora, carnal, sensual y tierna y nunca etérea e inasible , como los ángeles.

Si yo fuera una mujer haría el amor con otras mujeres tan bellas como yo, porque no hay nada más hermoso que dos mujeres jovenes y frescas, pletóricas de amor y de belleza, adorando sus cuerpos con pasión desenfrenada y jamás me quedaría indiferente en mi resguardo, dejando que otros se cocinaran en su propio fuego mientras yo permaneciera tan bella e inalcanzable, tan parecida a un sueño, como los ángeles.

Si yo fuera una mujer me gustarían los hombres tiernos y serenos. Me extasiaría en sus cuerpos atléticos y hermosos, adoraría sus miembros con especial cuidado. Les procuraria placer y alivio en sus fatigas y escucharía, atenta, sus historias magníficas de irreverencia soñadora, de músicas óseas , respirables. Abrazaría sus pechos adorables y descubriría gozoza la tierna humedad de sus fluidos lubricantes con mi lengua rosada y traviesa, toda ella sabor y suavidad gentil y despejaría mi cabeza de aquellos pensamientos posesivos e hipócritas que vestidos de romántica manera pretenden anclarnos, enredarnos, inmovilizar nuestra utopía fantástica, despojarnos de la imaginada libertad para meternos en historias legales con documentos sellados, posesión de bienes y aburrimiento perenne con desastrosas consecuencias. Yo , en cambio, preferiría ser autónoma, moverme libremente y poder volar donde me plazca , como los ángeles.