viernes, 12 de agosto de 2011

LA MAÑANA NO ESTA PARA ESO



La corriente eléctrica baña las entrañas del computador y éste despierta,perezozamente al comienzo, con velocidad de vértigo cibernético luego.
Las palabras tratan de acomodarse sobre la hoja en blanco, se empujan buscando un orden lógico, tratan de hilvanar frases coherentes, algo con sentido, pero es inútil: ella está escribiendo un poema.

Los delicados dedos de la joven teclean ágiles estableciendo conexiones entre su corazón y la máquina. De vez en cuando el útero y las cosas que bullen en esa zona se entrometen y ella es muy consciente del fluir de líquidos sospechosos en su interior.

El poema pugna por brotar, es un pequeño parto. La idea central , como siempre, es el amor y, específicamente su amor por él, el hombre imposible.
Recorre mentalmente su apuesto cuerpo y su faz distinguida, lo imagina desnudo, con el brillo del sol a sus espaldas, punzadas de deseo estimulan a su cerebro a fantasear con el tamaño de su pene....ella está de rodillas frente a él tratando de besarlo..... maldición! otra vez se ha extraviado, ha perdido el rumbo de la poesía, la inspiración sentida momentos antes se ha evaporado en los pozos candentes del deseo y ahora solo hay imágenes lujuriosas danzando en su imaginación. 

Cierra el archivo con furia casi demencial y cuando el computador pregunta: ¿debo salvar? ella teclea el NO con fuerza y le dice a la máquina: al infierno cibernético este cabrón poema!
Ahora ,  sabe que solo hay dos caminos para sacudirse esta sensación estúpida que la invade de frustración dolorosa mezclada con el superlativo deseo carnal fogoso y terrible. Desde la pared la imágen hermafrodita de Justin Bieber la saluda . Con furia le arroja una cajita de té donde guarda clips y otras porquerías. La caja da en el centro exacto donde el sonriente Justin debería tener el pene, pero no se da por aludido. Ella espeta un furioso: maricón! maricón de mierda!!!!
Por un momento la confusión se adueña de la estancia pero finalmente el frio razonamiento llega con su practicidad casi infalible. Contempla las alternativas y las reduce sistemáticamente a dos.

Angela se levanta sin haber decidido que opción tomar: masturbación o ducha helada. Se acerca al lavamanos y enjuaga su cara una y otra vez. ¡Si pudiera enjuagar así mi cerebro! piensa.
El agua fría la aplaca un poco y escoge la opción ducha helada. Se desnuda. En el espejo de cuerpo entero una tierna adolescente de pechos diminutos la saluda. Se mira detenidamente y piensa que sus piernas son bellas. ¡Al menos algo bello! se dice.

Es una jovencita muy bonita dice su profesora, y tan inteligente! apunta su madre.
(Dentro de su cabeza los personajes juegan el juego terrible de dar opiniones sobre ella como si no estuviera presente. La profesora Olivia siempre me ha parecido sospechosa, piensa y las opiniones de su madre le hacen revolcar el estómago. ¿Qué sabe su mamá de inteligencia? Por lo menos ha podido dotarme de un buen culo, pero ni eso...)

El camino de la ducha helada se hace largo y dispendioso. La mañana es gris y afuera sopla el viento. Puede ver ondear la ropa colgada de la Señora Ganso, la vecina. Le ha puesto Ganso en cuanto ha visto como camina y la manera en que mueve el cuello cuando parlotea (o grazna?) con las vecinas y Angela se ríe traviesa ante la imágen ridícula de la vecina y su innata habilidad para adjudicar sobrenombres.

El enojo por el poema se ha hecho leve y ahora ya no es siquiera un recuerdo, pero el calor en los pezones y en la entrepierna se mantiene. ¿Porqué tuviste que corromper mi pequeña vida con tus enseñanzas de puta? Maldice a Flor, su posible mejor amiga. Ella fue la que le enseñó los trucos de las caricias en el clítoris,los senos y las zonas erógenas.(Ni siquiera sabía que existieran pero la muy zorra me ayudó a descubrirlas)
 Ahora Angela es poseedora de un secreto perseguido pero delicioso. Un secreto que le ha dado los mejores ratos de los últimos seis meses. Se excita de solo pensar como ha gozado complaciéndose a sí misma.
En ese momento toma la opción masturbación y se tiende sobre el lecho dispuesta a darse gusto. Unta en sus manos algo de crema suave y comienza el sublime toqueteo.Avanza por los vericuetos del deseo, lame los espejos pasionales donde le gusta contemplar su desnuda carne de virgen. La excitación crece y su respiración comienza a acelerarse, siente calor en todo el cuerpo.....
De pronto escucha fuertes golpes en la puerta de la casa. Se queda quieta, escuchando. El golpeteo salvaje de su tierno corazón excitado le hace sentir que todo el barrio está pendiente de sus dedos, que mil ojos acechan en las paredes. Por un momento piensa con esperanza que tal vez es el ruido de su corazón lo que ha escuchado. pero nuevos golpes y ruidos viniendo de la puerta contradicen esa idea. 

Angela sabe que su posición es vulnerable....mucho. 

Ahora se oyen voces en la planta baja y  rápidamente se incorpora algo asustada. Se coloca el vestido sobre la carne viva y comienza a pensar atolondradamente quién habrá llegado. Se huele las manos y se da cuenta que huelen a mar, pero no hay tiempo que perder...
Baja descalza la escalera y en el zaguán encuentra a Fernando su amor imposible. Tiene puesta esa camiseta esqueleto que la hace humedecer cuando lo mira. También tiene en la mano una barra metálica con la que ha forzado la puerta y a su lado están esos dos rufianes malacarosos con los que anda siempre. El chico la mira con descaro y le dice a sus amigos: Vaya! parece que al final la casa no estaba sola. Miren el bomboncito que nos ha reservado de sorpresa la vida! e inmediatamente los tres se abalanzan sobre ella , la conducen a la sala y la acomodan en el sofá, le levantan el vestido y la descubren desnuda. Le arrancan el vestidito  y sus manos sacrílegas se mueven como pirañas hambrientas sobre su cuerpo indefenso. Cuando comienzan a penetrarla sin compasión por todos los orificios de su cuerpo Angela alcanza un orgasmo exquisito que se prolonga tanto que se olvida de su fantasía y entra al terreno del delirio y los espejismos. Allí se pierde en movimientos espasmódicos y finalmente queda inerte, satisfecha, relajada. No sabe si fue un solo orgasmo o varios conectados. Siente su cuerpo erizado de electricidades implacables y hasta el más mínimo movimiento la hace estremecer hasta el fundamento.

Vuelve lentamente al mundo de todos los dias y una campanilla impertinente la distrae de los mares azules y las pieles dulces, los penes deliciosos. Se percata entonces que el teléfono está sonando. Contesta desde el astral profundo, su voz pastosa denuncia a leguas que acaba de tener un orgasmo (ella piensa) y su mamá le pregunta escandalizada:  qúe andas  haciendo?, con tono desconfiado.

Nada mami, contesta la culpable de placer carnal ilícito tratando de hacer fluir su voz por los pantanos cenagosos de la pasión pecaminosa: solo dormitaba un poco cuando sonó el teléfono y me acabo de despertar....
La excusa es plausible, la tensión materna se disuelve en jugos de normalidad y la cháchara de siempre vuelve a su curso natural. Termina de hablar y decide que tiene que bañarse, pero no con agua helada. Al fin y al cabo la mañana no está para eso.





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